La ONU ha reconocido la utilidad y la importancia de la actividad de las plantas de valorización energética por todo el planeta, así como su papel clave en las políticas de gestión de residuos locales y en la reducción de las emisiones de gases invernadero.
stas consideraciones las recoge el informe, realizado por el Centro Internacional de Tecnología Ambiental de la ONU, el cual ha sido publicado a modo de manual para analizar e impulsar la valorización energética de los residuos domiciliarios a nivel global. Desde la Organización han descrito el gran potencial de la valorización energética, capaz de reducir el volumen de desechos que terminan su ciclo de vida en vertederos convencionales en hasta un 90%. Además, han destacado cómo en las regiones más avanzadas del mundo se tratan con esta tecnología entre el 25% y el 30% de los residuos.
Globalmente hay más de 200 plantas de valorización energética en construcción, las cuales estarán operativas entre 2020 y 2023. Estas instalaciones podrán utilizar el valor energético de los residuos para generar electricidad y/o calor. De hecho, el 1% de la energía renovable global proviene de deshechos.
La valorización energética y su impacto en el cambio climático
La sección medio ambiental de la ONU, describe en el Informe cómo las plantas térmicas de WtE (Waste to Energy o Valorización Energética) reducen las emisiones de gases de efecto invernadero al sustituir el deshecho en vertederos convencionales y la quema abierta de residuos.
Algunas de las evidencias que han analizado, demuestran que “el aire emitido por ciertas chimeneas de conversión de desechos en energía puede ser más limpio que el aire que ingresa” y señalan “que los beneficios climáticos de la conversión de residuos en energía van más allá de los de las energías renovables”.
Aeversu, Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos coindice con Naciones Unidas en que la reducción, la reutilización y el reciclaje deben priorizarse e incorporarse con premura en los planes de gestión de residuos, los cuales deben incluir opciones de recuperación térmica mediante valorización energética. Para lograr una gestión integrada y sostenible de los residuos es necesaria la integración de las tecnologías más avanzadas, presentes en las plantas de WtE, así como la implementación de acciones de gobierno en el contexto local.
España debe cambiar su modelo de gestión de residuos y reducir notablemente la fracción que va a vertedero. “Debemos incrementar la reutilización y reciclaje, pero también multiplicar por dos el 12% actual de Valorización Energética para alcanzar el 25%, mínimo al que llegan los países más desarrollados”, explica Rafael Guinea, presidende de Aversu. De esta forma, será posible aprovechar los residuos y convertirlos en recursos para reducir su impacto negativo en el medio ambiente a nivel local y mitigar el efecto invernadero.
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